¿Por qué debería preocuparnos la salud de nuestros bosques? 

¿Sabías que los bosques son indispensables para la salud humana? Desde tiempos inmemorables ha existido una conexión especial entre los hombres y los bosques y, a pesar de avanzar en el tiempo, esta relación persiste hoy día. El buen estado de los bosques y su protección contribuyen en gran medida en la regulación de enfermedades y la nutrición, además de contrarrestar los efectos del cambio climático, asegurando un clima estable para nuestro territorio, y contribuir a mantener el equilibrio ecológico promoviendo la diversidad de especies locales.

Así que pongamos encima de la mesa la importancia de cuidar nuestros bosques, entendiendo por qué los necesitamos y cuáles son las principales amenazas a las que los bosques están expuestos de manera global.

¿Qué necesitamos los seres humanos del bosque?

  • Madera y productos forestales no madereros: Quizás se trate de lo más evidente, pero a día de hoy la madera sigue siendo un material muy utilizado para la construcción de viviendas y muebles. Además, de ella se obtienen productos no madereros como frutas, nueces, hongos, hierbas medicinales y productos de la colmena, esenciales para la alimentación y la medicina. Siempre que la tala de árboles sea controlada, podemos seguir disfrutando de este material.

  • Agua potable: Los bosques desempeñan un papel fundamental en la regulación del ciclo del agua, ya que capturan y filtran el agua de lluvia y, gracias a ello, se recargan los acuíferos y puede suministrarse agua potable en muchas zonas.

  • Aire limpio y calidad del aire: Los bosques absorben dióxido de carbono y liberan oxígeno, lo que contribuye a mejorar la calidad del aire y al equilibrio de gases de efecto invernadero.

  • Recreación y turismo: En los bosques se llevan a cabo actividades recreativas como el senderismo, la pesca o el avistamiento de aves. Siempre que estas actividades se hagan de la forma adecuada, pueden incentivar la conservación de los bosques.

  • Regulación climática: Además de participar en la regulación del ciclo del agua, los bosques también influyen en el clima. Esto ocurre porque los árboles pueden absorber y liberar calor, lo que modera las temperaturas locales y regionales.

  • Sostenibilidad y recursos renovables: Cuando se gestionan de forma sostenible, los bosques proporcionan recursos renovables, madereros y no madereros, sin llegar a agotar los ecosistemas forestales.

¿Cuáles son las principales amenazas de los bosques?

Ahora que ya conocemos algunos de los recursos que nos ofrecen los árboles, es momento de pasar a sus principales amenazas. Ser conscientes de qué cosas ponen en peligro nuestros bosques puede ayudarnos a prevenir su destrucción.

  • Deforestación: se trata de un proceso provocado por el hombre mediante el cual se elimina masa forestal, normalmente con el objetivo de cambiar la actividad a la que se va a dedicar dicho suelo. La deforestación puede ser producto de la tala indiscriminada de árboles o consecuencia de los cambios en la biodiversidad de los ecosistemas que lo forman. En el caso de Baleares, la superficie forestal total se ha reducido un 1,6 % en los últimos años, teniendo como causas los incendios forestales entre otros factores.

  • Erosión: es bastante habitual que, como producto de la deforestación, aparezca la erosión del suelo. Esto ocurre al no haber árboles cubriendo el suelo, por lo que la lluvia golpea directamente el suelo en lugar de gotear gradualmente desde las ramas, lo que puede destruir el suelo forestal y con ello impedir la regeneración de los bosques. 

  • Cambio climático: las temperaturas elevadas, fruto del cambio climático, provocan un aumento de las temperaturas y sequías cada vez más pronunciadas. Todo ello reduce la tasa de crecimiento de los bosques y aumenta su mortalidad. Por ejemplo, como resultado del cambio climático en Baleares hemos visto aumentar las temperaturas y, si los últimos 40 años se ha experimentado un incremento de 0,3ºC por década en la temperatura media, para los próximas décadas se prevé un incremento de entre 2 y 5 grados.

  • Especies invasoras: existen una gran cantidad de especies no nativas (exóticas), entre las que se incluyen insectos, hongos, bacterias, plantas y otros organismos, que se distribuyen por todo el planeta cada año a nuevas áreas donde no existían con anterioridad. Muchas de ellas se convierten en especies invasoras, que se propagan rápidamente y causan importante impacto económico y ecológico en los ecosistemas que invaden.

  • Fuego: es una amenaza bien conocida y a la vez temida. En realidad, los incendios forestales son parte de la naturaleza y desempeña un papel fundamental en la configuración de los ecosistemas, puesto que sirve como agente de renovación y cambio. Sin embargo, el fuego puede ser mortal y puede llegar a destruir hogares, hábitat de vida silvestre y madera. Además, contamina el aire con emisiones dañinas para la salud humana. Debido a la sequía y a las altas temperaturas que se alcanzan, no solamente en verano, los incendios incontrolados son cada vez más frecuentes en nuestros bosques.

¿Qué actividades realiza el ser humano que afectan los bosques?

Aunque en ocasiones la deforestación es resultado de agentes naturales como las enfermedades que contraen los árboles, los parásitos y los incendios forestales, en ocasiones las acciones humanas pueden causar daño irreparable en los bosques. Entre estas acciones podemos destacar la expansión descontrolada de la agricultura debido al aumento de la población mundial y la necesidad de obtener recursos, la construcción de infraestructuras que no respetan la biodiversidad de los bosques, las actividades mineras o la urbanización de espacios naturales. Estas actividades, con la tala de árboles sin control a la cabeza, son en gran medida las principales responsables de que la deforestación sea un problema a escala mundial.

¿Qué se puede hacer para cuidar nuestros bosques?

La buena noticia es que existen muchas formas en las que el ser humano puede ayudar a cuidar y proteger nuestros bosques. Recientemente, el World Economic Forum (WEF) ha propuesto en su informe Forests for Climate: Scaling up Forest Conservation to Reach Net Zero cuatro acciones que pueden ayudar a mejorar la preservación de los bosques de todo el mundo. Estas son: una financiación sostenida y sostenible, una aplicación a gran escala, el desarrollo de marcos de gobernanza de alta integridad, y la propiedad y participación activas de las comunidades que viven y trabajan en los bosques.

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